Los teatros de Londres (London theatres)

El pasado fin de semana hemos viajado Londres, aprovechando que el viernes era fiesta en Madrid y disponía de tres días. Sólo había estado en la capital británica una vez cuando yo tenía 21 años, y de eso hace ya 21 años. Espero no tener que esperar otros 21 años para volver a esa interesante ciudad, tan diferente de la mía...

Llegamos a Londres el viernes por la mañana después de un tremendo madrugón, agotados pero dispuestos a aprovechar al máximo. El tiempo no acompaña, como cabía esperar, pero tampoco nos impide "patear" a fondo el centro de la ciudad. Comenzamos nuestro recorrido fotográfico por Trafalgar Square, dominada por la elevada Columna de Nelson y la mole de la National Gallery.

Nos internamos por las calles del Soho, el barrio más animado de Londres, como tendremos ocasión de comprobar mañana por la noche (hoy estamos demasiado cansados por el viaje y la falta de sueño). Por sorpresa aparecemos en Chinatown, con sus puertas, sus dragones decorando las fachadas y sus muchos restaurantes chinos. Llegamos hasta otro icono del centro londinense: Piccadilly Circus, cuyos famosos carteles de neón anticipan lo que encontraremos después. 

Comenzamos a ver teatros por todas las esquinas, por algo llaman a esta zona el Barrio de los Teatros. Todos ellos programanmusicales, el género londinense por excelencia. Aquí parece que cualquier obra o película puede transformarse en musical, como podéis ver en los siguientes ejemplos. Y no creáis que son los únicos porque hay más en cartelera, incluso está El Rey León en musical... 

Seguimos caminando, aunque nuestros pies ya no pueden más, hasta el Covent Garden. Una zona bulliciosa y comercial, con encantadores patios como el que veis a continuación. Además del antiguo mercado, reconvertido en moderno centro comercial, destaca en este barrio el famoso Teatro de la Ópera. Frente a él, una hilera de cabinas telefónicas, vestigio del Londres de siempre. Con esta típica estampa ponemos punto final a nuestra primera jornada. Nos queda mucho por ver y dos días para disfrutar.